Blogia
el cajón de las metáforas

Mi cuerpo me avisa. Lo he descuidado y lo he llevado al límite. El intestino se inflama a la vez que mi alma. Tengo que parar para poder sanarte y reconciliarme contigo. Siento haberte menospreciado, abandonado, preocupándome sólo por lo externo. Sin ti no hay vida, no hay piso ni trabajo por el que luchar. Me noto tensa e irritable, y este debería ser un momento emocionante y esencialmente feliz. Quiero volver a ilusionarme y te necesito. Te cuidaré y te curarás y volveremos a ser un equipo fuerte con energías en sinergia, que fluyen y se retroalimentan hacia una misma dirección. Tú ahora necesitas que haga un reset en mi forma de actuar, pensar, sentir. Algo chirría, se está forzando la máquina y no me estoy dando cuenta, o igual sí, pero no le doy importancia porque estoy ocupada en otros asuntos. Me bajo del tren en el que iba a todo trapo, antes de que descarrile. Tenemos que detenernos, reponernos juntos y volver a caminar. Te voy a escuchar, a atender y a mimar ahora y siempre. Practicaré relajación, yoga, atención plena, gestionaré las dificultades y problemas de otra manera, vigilaré la alimentación, haré todo cuanto necesites. Tú serás lo primero. Esperaré a que te recuperes para volver al ring a luchar por nuestros retos y sueños, pero no lo haré como antes, no te pediré más sobreesfuerzos ni te dejaré atrás, cuando te agotes pararemos los dos a descansar. Pero necesito que tú también respondas. Sé que puedes hacerlo. Siempre has estado ahí dándolo todo. Creciendo conmigo. Y lo seguirás haciendo con salud. Detén la inflamación, regenera el tejido, las células, cierra y cicatriza las heridas, vuelve a funcionar fuerte y sincronizado con todo el cuerpo. Vamos, confío en ti, sabes hacerlo. 

0 comentarios